El queso Feta nace de la necesidad de los antiguos pastores griegos de preservar la leche de sus rodeos nómades. El proceso de maduración sumergido en salmuera por tiempo indefinido, es su característica más especial, y lo que le da a su vez, un sabor intenso, ligeramente ácido y salado. Es un queso semiduro, con una textura friable y quebradiza, que se destaca por su blancura y por la presencia de aberturas.
Tiene una amplia aplicación culinaria en preparaciones tales como ensaladas, tarteletas, salsas y pastas